La instalación, denominada Huesca Este, está financiada y promovida or Enagás Renovable, junto con la ingeniería Genia Bioenergy, y será capaz de biodigerir más de 140.000 toneladas de residuos orgánicos al año (principalmente purines, pero también residuos de industriales agroalimentarios y lodos de depuradoras) y convertirlas en biometano, con una capacidad energética de 92GWh cada año.
De acuerdo con sus promotores, supondrá la creación de unos 12 puestos de trabajo directos en el medio rural, además de ser tractor de un ecosistema circular asociado a la gestión de residuos, la producción de biofertilizantes y la agricultura, "facilitando la creación de un ecosistema económico con ganaderos, productores agrícolas y gestores de residuos locales, y contribuyendo a una correcta valorización de los residuos".
Desde Genia explican que el biogás se obtendrá mediante digestión anaerobia (por la acción de bacterias que viven en ausencia de oxígeno) de los residuos orgánicos, un proceso natural que acelera la producción de dicho gas con alta concentración de metano. La propuesta incluye un proceso de upgrading para convertir el biogás en biometano totalmente intercambiable con el gas que circula por la red, facilitando, por tanto, su inyección en la misma.
Además de biogás, en el proceso se producirá una enmienda orgánica, similar a un compost, y un fertilizante líquido, igualmente orgánico, que puede volver a los cultivos, cerrando así el ciclo de la economía circular y resolviendo de paso el problema de la gestión de biorresiduos especialmente complicados de tratar (como purines, estiércoles y otros residuos susceptibles de contaminar suelos o acuíferos).
La declaración como “Inversión de Interés Autonómico” por parte del Gobierno de Aragón aceleraría la obtención de los permisos necesarios para poder iniciar la construcción y puesta en marcha de la instalación, según destacan de Genia, que está promoviendo proyectos similares en otros puntos de España junto con Enagás Renovable.